el FBI controló las actividades del ex Beatle John Lennon durante su estancia en Nueva York, con el fin de reunir pruebas para lograr su deportación. A partir de 1972 y durante más de un año, la agencia gubernamental recopiló abundante información sobre las actividades del cantante y compositor, con el objetivo de deportarle y así “neutralizar” a una figura de la música a quien se consideraba una amenaza. “debe ser manejado de una forma rápida y por agentes con experiencia”.
Otro documento de 1972 advierte que Lennon se estaba uniendo a grupos “que siguen la línea comunista china”.
Los documentos muestran con claridad que el FBI consideraba a Lennon una figura poderosa de la música que trataba de evitar la reelección de Richard Nixon y lograr con ello el fin de la guerra de Vietnam.
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